La vacuna ya viene… pero el cubrebocas se queda, ¿adivinas por qué?
Por Isadora Barba
Iniciamos el año 2021 con la maravillosa noticia de que la vacuna contra el COVID ya está lista y en circulación, de hecho, muchas personas ya han sido vacunadas alrededor del mundo, comenzando por los profesionales de la salud y siguiendo por las personas más vulnerables.
Eso sí, no creas que ya porque está lista la vacuna van a terminarse los protocolos de seguridad y de higiene que hemos establecido a lo largo de este año (sí, ya un año con pandemia, bienvenida década de los 20’s). La realidad es que la vacuna no es una cura mágica que acabará con todo el riesgo; aunque evitará muchas muertes y nos permita trabajar mejor para erradicar o controlar la pandemia, no vamos a vacunar a los 7.700 millones de personas sobre la Tierra.
¿Quieres saber por qué debemos seguir usando cubrebocas?
Funcionamiento de la vacuna
Si no has escuchado, Los Eternos te contamos: la vacuna se trata de una doble dosis, que tiene al menos 21 días de separación entre una puesta y la siguiente, e incluso después de aplicar la segunda dosis, tendrá un efecto que tardará un poco.
Es decir, tomando en cuenta las dos dosis, y el tiempo que tarda en hacer efecto, estaremos usando nuestro cubrebocas y siguiendo todas las medidas (pues seguimos vulnerables) por lo menos un mes más.
Por otro lado, a pesar de que se han hecho muchas pruebas, la realidad es que no se sabe exactamente si las personas vacunadas pueden llegar a contagiar si entran en contacto con el virus.
Y una cosa más, la vacuna tiene una eficiencia probada de 95%, aunque es un porcentaje muy alto, no podemos dar por hecho que no estaremos dentro del 5% en quienes la vacuna no funcione adecuadamente.
Alcance de vacunación
No sabemos las cifras exactas de todos los países, pero por lo menos en México, el plan de vacunación no suena exactamente prometedor; la distribución y ejecución de las vacunas a cargo sólo de cierto personal limita la capacidad de vacunación y la cantidad de personas que se pueden vacunar en cierto lapso de tiempo.
Por otro lado, la compra de vacunas evidentemente tendría que ser por lo menos del doble de la población (ya que requerimos dosis dobles) para poder vacunar a todo un país. En México esas serían 256.46 millones de vacunas… y bueno, les dejamos las matemáticas, pero además de la cantidad de dinero, lograr poner todas sería una tarea prácticamente imposible.
Amenazas latentes
Bueno, sí, tenemos una vacuna… pero también tenemos una cepa nueva, y no sabemos a ciencia cierta si la vacuna que ya se ha desarrollado funcionará del mismo modo. Ya sabemos cómo detener los contagios, la teoría está ahí… y después de un año en el que ya todos hemos perdido a alguien (cercano o no tan cercano), sabemos que debemos tomarlo en serio… al menos, eso es lo que Los Eternos queremos creer.
Y no sólo eso, en años recientes hemos visto rebrotes de Ébola, de Antrax, y de Influenza AH1N1, razones más que suficientes para seguir con medidas, pero por si fuera poco, el deshielo de la Tierra puede liberar nuevas enfermedades de las cuales también deberemos protegernos, y probablemente mucho más que del COVID-19.
Introvertidos
Diversos estudios han mostrado que para personas introvertidas y con problemas de autoestima, pedir cosas, hablar en público o incluso socializar se ha vuelto mucho más sencillo, ya que pueden no mostrar toda su cara (y eso reduce los niveles de estrés). Y no sólo eso, sino que al reducir el número de personas aceptables en una reunión, causa que estas mismas personas introvertidas se sientan más a gusto en reuniones.
Conexiones más profundas
Luego de la pandemia -estamos seguros de que nos ha sucedido a todos- muchos nos hemos acercado más a nuestras familias, hemos recobrado lazos importantes y nos hemos vuelto más cariñosos (por lo menos en las palabras) con aquellos a quienes realmente queremos…
La distancia, el riesgo de perder a alguien… las pérdidas que ya hemos sufrido, todo esto nos ha hecho valorar más las relaciones que realmente importan y el cariño que les tenemos. Sabemos con certeza que el regreso a la normalidad podría costarnos aún más que la entrada a la cuarentena, y muchas personas adoptarán el estilo de vida que se creó a través de la cuarentena.
Moda
No, no es una broma; la moda es una parte esencial en la cual plasmamos la realidad; el punk, lo ghetto, la inclusión racial son siempre representadas por la moda. En este caso, y lo hemos visto en China, se ha creado una streetfashion que incorpora a los cubrebocas, porque estos YA son parte de la vida diaria, porque su uso está normalizado y porque forman parte esencial de nuestra realidad.
La vacuna ya viene, sí, pero el mundo no va a regresar a un estado anterior ni va a regresar a ser lo que era justo antes de la pandemia; el mundo ha cambiado, y así como en Beijing el uso del cubrebocas ya es algo común, así su uso se extenderá por todo el mundo, haciéndose tan esencial como lo son los calcetines o las playeras.
Dinos qué opinas, ¡Queremos escucharte!