¡Bienvenido 2021!… por favor no nos traigas al cisne verde
¡Por fin! el 2020 se termina y todos estamos ansiosos por comenzar un ciclo nuevo… ¿o no?
Vamos a serte completamente sinceros: es muy probable que el 2020 haya sido sólo una probada de lo que veremos en la siguiente década si no hacemos algo al respecto.
Hace unos días Los Eternos vimos un video que hablaba sobre el “Cisne Verde”, un fenómeno que expresa una catástrofe ambiental de gran magnitud, y nos pareció muy interesante, pero investigando más, nos dimos cuenta de que la catástrofe ecológica (por más fuerte e importante que sea) es sólo la punta del iceberg. Oh sí, agárrense porque el 2020 fue sólo la muestra gratis.
¿Qué es el Cisne Verde?
Bien, comencemos por explicarles el término; seguramente conocen (porque todos lo hemos escuchado o visto las adaptaciones en películas) El Lago de Los Cisnes. Bueno, en la historia del Lago de Los Cisnes, uno de los personajes antagonistas, cuya música siempre presagia peligro inminente y un destino fatal imposible de evitar es el Cisne Negro.
Y así como ese Cisne Negro de oscuros augurios, de melodías preocupantes y movimientos fuertes, así también vendrá el Cisne Verde. El Bank for International Settlements (BIS), conocido como El banco de los bancos centrales, publicó el libro El Cisne Verde, una investigación hecha por Patrick Bolton, Morgan Despres, Luiz Pereira da Silva, Frédéric Samama y Romain Svartzma.
“Los cisnes verdes son eventos con un potencial extremadamente perturbador desde el punto de vista financiero”, le dice a BBC Mundo Luiz Pereira da Silva, Director General Adjunto del BIS y coautor del estudio.
Y es que sí, amigos, lo más devastador (al menos para las esferas de poder, porque a nosotros sí que nos preocupa el cambio climático) son los efectos terribles que tendrá en la economía. Y si somos sinceros, este estudio es lo mejor que podría pasarle al planeta; querámoslo o no, el mundo se mueve en gran medida por el dinero y una vez que la gente sepa a ciencia cierta y con números qué tanto puede afectarles la llegada del Cisne Verde, podrían cambiar.
La preocupación principal
Como seguramente ya te diste cuenta, la pandemia actual nos ha mostrado lo poco preparados que estamos como sociedad para afrontar una crisis. Bueno, recuerda esto.
Por otro lado, estamos bastante seguros de que también sabes que la Tierra se está calentando, y esto es debido a todos los gases que se producen en las industrias, pero también es debido a la gran cantidad de polución y gases que desprenden los desechos que generamos; en otras palabras, es tanto la producción como nuestra forma de vida lo que está causando que el cambio climático sea tan brusco y acelerado. Entre sus muchos efectos (dejando de lado por un momento la desaparición de especies) está el deshielo de los polos y los glaciares. Bueno, pues aquí viene lo bueno: esos glaciares que han estado congelados por miles y millones de años contienen enfermedades, bacterias, virus y protozoos para los cuales no estamos ni mínimamente preparados.
¿Creías que el COVID era devastador? No tienes una idea.
Si crees que el COVID está siendo difícil, imagínate lidiar con virus de los cuales no tenemos la mínima idea (por lo menos el COVID está clasificado dentro de virus que conocemos)
Efectos financieros
Y bueno, si hasta aquí ya estabas asustado, déjame decirte que los efectos no van a terminar “solo” en una extinción masiva de especies y un contagio de enfermedades potencialmente más mortales y dolorosas que la que estamos viviendo ahorita, no: la economía mundial podría no recuperarse.
En El Cisne Verde, los autores identifican cinco tipos de riesgos asociados al cambio climático que pueden contribuir a la crisis financiera.
- Riesgo crediticio: el cambio climático puede inducir un deterioro en la capacidad de los deudores para pagar sus compromisos.
- Riesgo de mercados: si hay un cambio brusco en la percepción de rentabilidad de los inversores, pueden producirse ventas rápidas de activos (liquidaciones a precios bajos), lo que podría desencadenar una crisis financiera.
- Riesgo de liquidez: el riesgo de liquidez también podría afectar a los bancos y a las instituciones financieras no bancarias.
- Riesgo operativo: se produce cuando, producto de un evento climático extremo, las oficinas, los sistemas informáticos o los centros de datos pueden verse afectados.
- Riesgo de cobertura: en el sector de las aseguradoras, podría desencadenarse una cantidad de reclamos mayor a la esperada, poniendo en jaque a las empresas.
Para aquellos que ya sosteníamos la importancia de cambiar nuestro sistema de consumo era esencial, esto se vuelve sólo un grano de arena más al enorme desierto que vemos que es el futuro; pero para los que no se habían preocupado hasta ahora más que por seguir produciendo, esto puede ser una cubetada de agua fría que les dice “Te dije que te ibas a estampar y no me hiciste caso”, y eso, por un lado, puede ser bastante bueno.
A Los Eternos nos gusta imaginarnos el futuro como algo tecnológico y lleno de posibilidades, pero a veces entre nuestro optimismo, olvidamos que esas posibilidades podrían ser consecuencia de un mundo en donde lo que hasta ahora hemos conocido ya no exista. No creemos que los seres humanos vayamos a extinguirnos, sería tanto como decir que vamos a eliminar a las cucarachas… pero ¿realmente queremos vivir en un mundo como el de Mad Max? Es dudoso, y aunque estas palabras no resuenen tan alto como quisiéramos, sí esperamos que el Cisne Verde, como metáfora, como libro y como advertencia, tenga impacto en aquellos capaces de cambiar el rumbo de la Tierra y de nuestro destino.
Cuéntanos si crees que el Cisne Verde es inminente y si llegaremos a descubrirlo, o si crees que quizá, sólo fue para llamarnos la atención.